jueves, 6 de marzo de 2014

Revista en sala de espera

Hay peores enfermedades que las enfermedades.
 Hay dolores que no duelen, ni en el alma,
Pero que son más dolorosos que los otros.
Hay soñadas angustias más reales
Que las que la vida nos trae, hay sensaciones
Sentidas sólo con imaginarlas
Que son más nuestras que la propia vida.


Dicen los que dicen saber, de la reconocida Universidad de Noseméo Currenom Bré, haber descubierto que todas las personas del globo están enfermas. Cada individuo sufre, en principio, un padecimiento de los dos que los sabios de esta prestigiosa universidad han revelado al mundo y que llamaron, a falta de inspiración, Enfermedad del Mundo Real y Enfermedad del Mundo Propio. (Por sus siglas, EMR y EMP).
Afirman que todas las personas, sin excepción, están enfermas por uno u otro mal, pero que pocas saben en realidad qué es lo que los aflige. Por lo general, sin saberlo, los padecientes se relacionan afectivamente con otras personas que sufren la misma enfermedad. Los casos más graves suelen llevar al suicidio, a la rutina o a la locura. 
Los síntomas son también al mismo tiempo los padecimientos de cada enfermedad. En las puertas de la gran universidad, nuestro corresponsal Teofilo Chanclas obtuvo algunas respuestas sobre estas enfermedades mundiales. "Las diferencias entre cada una no son muy grandes", dijeron los que dicen saber. "La Enfermedad del Mundo Real conduce al individuo a estar constantemente con pensamientos que lo perturban, del estilo '¿Qué hago de comer a la noche?', 'Mañana tengo que despertarme temprano y hacer la fila en el banco', 'Hay que arreglar el auto', 'Tengo que llevar el paraguas por si llueve', 'No llegamos a fin de mes'. Los que padecen la Enfermedad del Mundo Propio parecen ser, en una primera observación, más felices al no dejarse afligir por esas trivialidades que los enfermos de la EMR sufren, pero en una mirada más profunda a los ojos, vemos la tristeza oculta en un rincón. Porque éstos también viven perturbados, pero por una sola idea: 'Éste no es el mundo real'."
Los que dicen saber también afirmaron que tanto la EMR como la EMP son contagiosas, y que cuando un enfermo se contagia de la otra, se suprime la enfermedad que venía padeciendo. "Descubrimos hay personas que viven, inconscientemente, contagiándose de enfermedad en enfermedad todo el tiempo, buscando una especie de equilibrio imposible en su vida.", agregaron.
Las formas de contagio aún son dudosas, pero la ilustre Universidad de Noseméo Currenom Bré dijo que sus estudios no serían perturbados y prometió resultados al respecto en los próximos meses. Por último, Teofilo Chanclas preguntó a los afamados intelectuales si creían posible un tratamiento para superar las enfermedades.
"Traten de ser felices. Traten con eso.", contestaron.

*Alguna verdad: La tristeza es altamente contagiosa. El abrazo es la principal forma de contagio y el único tratamiento.

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